Microbiota y Salud de la Mujer

Una interrelación asombrosa

En el artículo anterior se explicó qué significaba una palabra que tan resaltada se encuentra en la actualidad, microbiota. Aunque quede mucho recorrido para descubrir todas las peculiaridades que relacionan la funcionalidad del organismo con los microbios, se conoce ampliamente la repercusión positiva o negativa que pueden llegar a tener.

Pero, ¿qué relevancia tiene el mundo microecológico en la salud de la mujer?

La población femenina en el siglo XXI se topa con diferentes obstáculos a nivel de salud en el desarrollo de la vida. Los principales desajustes fisiológicos que pueden ocurrir se producen en etapas como la pubertad, el embarazo y la menopausia.

Además, existen otras enfermedades relevantes a nivel epidemiológico como las siguientes:

  • Infertilidad
  • Cáncer de mama
  • Cáncer de útero
  • Síndrome del ovario poliquístico
  • Infecciones del tracto urinario

Por tanto, hacer una reflexión de los cambios que puede sufrir la microbiota en estas situaciones puede ayudar a la comprensión y, posteriormente, a la correcta actuación frente a estas circunstancias.

Tracto genital femenino y los microbios
Exposición constante del tracto genital femenino a microbios

Algo poco conocido es que los microbios son parte de la primera línea de defensa contra la colonización de agentes patógenos oportunistas. El hecho de que haya importantes cambios microbianos en las diferentes etapas de la mujer, citadas anteriormente, resalta el protagonismo de la microbiota vaginal en la fisiología reproductiva del huésped.

La vagina contiene células y receptores que detectan y controlan el mundo microbiano como, por ejemplo, los toll-likereceptors (TLR) o receptores peaje y los patternrecognitionreceptors (PRR) o receptores de reconocimiento de patrones, entre otros. La estimulación de estos frente a un sobrecrecimiento o la detección de un huésped extraño provoca una respuesta inmune protagonizada por una cascada de citoquinas/quimioquinas que activarán diferentes células inmunes especializadas en controlar la infección.

Lo interesante es que se ha descubierto que diferentes cepas de bacterias propias de ese nicho ecológico tienen la capacidad de inducir mayores niveles de quimioquinas, cooperando así con la funcionalidad del sistema inmune innato.

Otros factores y estado de la mucosa vaginal

Otro de los factores que se asocian con resultados reproductivos y obstétricos adversos es el estatus la mucosa vaginal. Esta barrera supone una separación del ambiente epitelial del huésped a los patógenos nocivos. Diferentes cepas no propias (alóctonas) de la vagina parecen consumir y neutralizar los componentes antimicrobianos de la mucosa; sin embargo, cepas propias del individuo (autóctonas) protegen y mejoran la integridad de esta barrera.

Con estos datos se comprueba que, tanto a nivel estructural como funcional, el equilibrio entre la población de microorganismos puede favorecer los obstáculos sanitarios que pueden padecer las mujeres a lo largo de la vida.

Microbiota intestinal y los efectos sobre el hueso
Esquema de la conexión de la microbiota intestinal, el huésped IGF-1 y los efectos sobre el hueso

Un último avance en investigación llamativo a resaltar es que la microbiota parece poder modular componentes anabólicos tan relevantes como la IGF-1 o factor de crecimiento similar a la insulina. En los últimos trabajos se sugiere que los microorganismos son capaces de inducir la síntesis de IGF-1 a través de los ácidos grasos de cadena corta. Esto significaría una nueva interrelación con patologías donde las vías anabólicas están constantemente expresadas o como nuevas estrategias para la mejora de enfermedades como la osteoporosis en momentos post-menopáusicos.

Sin duda, el trabajo de la salud intestinal puede ser un gran enfoque como prevención de todos estos episodios poco agradables para la salud de la mujer.

#RecuperatuInstinto #NutricióndePrecisión

Fuentes:

Stapleton A. E. (2016). The Vaginal Microbiota and Urinary Tract Infection. Microbiologyspectrum4(6), 10.1128/microbiolspec.UTI-0025-2016. https://doi.org/10.1128/microbiolspec.UTI-0025-2016

Smith, S. B., & Ravel, J. (2017). The vaginal microbiota, host defence and reproductive physiology. TheJournalofphysiology595(2), 451–463. https://doi.org/10.1113/JP271694

Fernández, M. F., Reina-Pérez, I., Astorga, J. M., Rodríguez-Carrillo, A., Plaza-Díaz, J., & Fontana, L. (2018). Breast Cancer and Its Relationship with the Microbiota. International journal of environmental research and public health15(8), 1747. https://doi.org/10.3390/ijerph15081747

Yan, J., & Charles, J. F. (2018). Gut Microbiota and IGF-1. Calcified tissue international102(4), 406–414. https://doi.org/10.1007/s00223-018-0395-3

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