Descubre qué es la dieta ácida y como evitarla 🍏

La nutrición parece tener la capacidad de alterar los valores de pH en la orina pudiendo ser así una estrategia terapéutica para los que consigan dominar el arte de la combinación de alimentos.  

En este artículo te desglosamos con detalle esta temática para que puedas hacer de la alimentación un pilar fuerte en tu vida. 

 

Rol del pH en la salud 

En la vida nos encontramos con infinidad de productos cotidianos que disponen de diferente acidez.  

Por ejemplo, el vinagre es una sustancia ácida y el jabón o el bicarbonato una sustancia más alcalina. 

La escala de pH es la que nos ayuda a entender si algo es ácido o alcalino. 

Esta escala, como ves, va del 0 al 14. Todo lo que se acerque a cero será ácido y todo lo que se acerque a catorce será alcalino. 

Las sustancias ácidas son denominadas así porque tienen la capacidad de ceder hidrógeno (H+). 

Sin embargo, las sustancias alcalinas tienen la capacidad contraria, de capturar H+. 

 

Acidez inducida por alimentos 

El organismo humano tiene que mantener un pH estable para permanecer con vida.  

La sangre y los tejidos deben estar entre 7,35 y 7,45 siendo 7,40 lo ideal. 

  • Cuando por condiciones adversas de salud el pH disminuye de 7,35 se considera que existe una acidemia. 
  • Cuando por condiciones adversas de salud el pH aumenta de 7,40 se considera que existe una alcalemia. 

Varios de los órganos que existen en el cuerpo son capaces de ejecutar mecanismos compensatorios en estas situaciones. 

Los pulmones o los riñones son dos de ellos. 

Por ejemplo, cuando existe acidemia metabólica (pH sanguíneo por debajo de 7,35) el organismo inducirá alcalosis respiratoria para mantener el pH estable. 

Una variación del pH por demasiado tiempo promueve daños graves en los órganos vitales. 

Ahora se conoce que la alimentación tiene también un rol en la generación de compuestos ácidos o reductores de ácido. 

Los investigadores miden esto contabilizando la carga neta ácida renal. 

Por la orina es por donde se excretan los componentes ácidos o básicos sobrantes, por tanto, midiendo el pH de la orina descubrieron que dependiendo de la comida que se ingería podían aumentar o disminuir la generación interna de componentes ácidos. 

 

Nutrientes acidogénicos 

Pero la pregunta más interesante a resolver es… ¿Cuáles son los alimentos que pueden generar un mayor volumen de compuestos ácidos? 

Vamos a ello. 

Los alimentos ricos en cloro, fósforo, sulfatos (azufre y oxígeno) y los aminoácidos (componentes de las proteínas) lisina, arginina, histidina, cisteína y metionina tienen la capacidad de generar moléculas ácidas no metabolizables. 

¿Qué quiere decir esto? 

Que una vez que se forman en el organismo ya no pueden ser utilizadas para nada más. 

Deben ser excretadas rápidamente por la orina. 

Estas moléculas son tan famosas como el ácido clorhídrico o ácido sulfúrico. 

Los alimentos que más ricos son en estos nutrientes son los quesos, la carne y el pescado. 

 

Nutrientes neutralizadores de ácido 

Por otro lado, están los alimentos que pueden tener la capacidad de generar moléculas neutralizadoras de ácido. 

Estos contienen sodio, potasio, calcio, magnesio y el aminoácido glutamato. Y las moléculas que pueden producir son bicarbonatos. 

Las frutas y los vegetales son los alimentos que mayor puntuación reductora de ácidos tienen. 

 

Producción de ácido endógeno 

Pero, la cantidad de ácido producido durante 24h no sólo corresponde a lo que se coma sino también a otros procesos de reparación que pueda haber activos. 

Por lo cual, para conocer la producción de ácido total de cualquier persona hay que sumar: 

  • Producción de ácido endógeno no alimentario 
  • Producción de ácido derivado de la alimentación 

Se estima, que actualmente la población dispone de unos niveles de acidemia positivos de entre 50-100 mEq al día. 

Esto genera una situación clínica que se denomina acidez crónica de bajo grado y que deteriora paulatinamente los órganos vitales. 

 

Efectos terapéuticos de la alimentación 

Por todo esto, es tremendamente importante adaptar la alimentación a las diferentes circunstancias de salud de las personas. 

Por ejemplo, un sujeto con obesidad tendrá que tener en cuenta que su producción de ácido no derivado de la alimentación es mucho más alta que la media por su condición de salud. 

Habrá que realizar cambios en la estrategia para revertir de un pH urinario ácido a un pH urinario más alcalino con cambios relevantes en su alimentación. 

Las repercusiones de tener una orina ácida por mucho tiempo es la degradación de hueso para compensar ese exceso de producción de elementos ácidos. 

 

Ejemplo práctico 

Para aterrizar toda la complejidad de este artículo, muestro un ejemplo práctico para que puedas saber si tu comida tiene un potencial acidogénico positivo, negativo o neutro. 

A continuación, se describe un típico desayuno tipo americano. 

Se compone de huevos, mantequilla y tostadas que aportan un valor acidogénico positivo. 

Sin embargo, también lleva tomate que aporta un valor acidogénico negativo. 

El total del desayuno produce +10,51 mEq lo que indica que no sería apropiado para optimizar la reparación de los tejidos. 

  • En personas con síntomas, la alimentación total del día debería tener un recuento negativo. 
  • En personas sin síntomas, la alimentación total del día debería tener un recuento neutro. 

 

Conclusiones 

Todos los tejidos cuando están dañados tienen un pH bajo, en ese momento el organismo generará mecanismos de compensación para que no haya una degradación masiva de estructuras. 

Si se trabaja con los alimentos para que apoyen a las diferentes circunstancias clínicas, se podrá conseguir que la comida sea un factor de peso más para apoyar la recuperación. 

 

¿Cómo averiguar el valor de acidogénico de los alimentos?  

  1. Separa los ingredientes y las cantidades en peso de tus comidas típicas (las que se repiten mucho en la semana).
  2. Busca cada alimento en Google escribiendo el nombre del alimento en ingles seguido de las siglas PRAL.
  3. Genera una tabla.
  4. Suma todos los datos.
  5. Modifica tu ingesta para que el valor final sea cero o negativo.

 

Bibliografía:   

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