Introducción
Las alteraciones neurodegenerativas se posicionan epidemiológicamente como una de las más frecuentes patologías del siglo XXI.
El aumento del número de casos en consulta genera la inquietud clínica de investigar determinadas alternativas a las opciones farmacológicas ya implantadas para establecer nuevos protocolos efectivos y mínimamente invasivos.
El litio es el metal alcalino natural más ligero con un número atómico de tres; la evidencia científica parece reflejar que:
- · Estabiliza el estado de ánimo para prevenir episodios de manía aguda y depresión
- · Parece actuar como agente
- * Anti-suicida
- * Antiviral
- * Anticancerígeno
- * Inmunomodulador
- * Neuroprotector
- * Osteoprotector
Aún así, existe controversia en su administración ya que en altas dosis compite con el magnesio (Mg2+), mineral clave para una gran cantidad de funciones biológicas, y puede generar efectos secundarios adversos.
Mecanismos de acción para el cloruro de litio
Los mecanismos farmacológicos del litio no están completamente comprendidos, pero se conoce que inhibe gran variedad de enzimas dependientes de Mg2+.
Por tanto, los supuestos efectos neuroprotectores del litio se basan en el hecho de que modula varios mecanismos homeostáticos implicados en la respuesta neurotrófica, la autofagia, el estrés oxidativo, la inflamación y la función mitocondrial.
Esa amplia gama de respuestas intracelulares puede ser secundaria a dos efectos clave, a saber, la inhibición de la glucógeno sintasa quinasa-3 beta (GSK-3β) y de la inositolmonofosfatasa (IMP).
Autofagia y alzheimer
Múltiples estudios reflejan disparidad de resultados sobre la efectividad del litio en Alzheimer. Se arrojan ideas teóricas de que podría mejorar la patología por la inhibición de IMP induciendo autofagia (proceso de reciclado y reparación celular).
La alteración de la autofagia en Alzheimer está posicionada como uno de los mecanismos dianas para el estudio de una futura resolución de la enfermedad.
Además, la acumulación de la proteína β amiloide y de la proteína tau parecen estar propiciadas por la merma autofágica neurotrófica desde años atrás.
El hecho de que el litio también inhiba GSK-3β mermando los procesos autofágicos refleja más duda sobre la efectividad en esta patología.
Efectos neuroprotectores de litio
Aunque por otro lado, el litio tiene propiedades específicas que puedenatenuar el efecto de los cambios patológicos críticos que se producen en Alzheimer, es decir, a través de la inhibición del GSK-3β. De hecho, este es la piedra angular para apoyar la “hipótesis de GSK de la EA”, según el cual la inhibición de la actividad de GSK-3β por el litiose asocia con la regulación a la baja de dos procesos centralesen la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer:
- · Reducción de la hiperfosforilación de la proteína tau asociada a los microtúbulos
- · Inducción de la muerte neuronal a través de la sobreproduccióndel péptido Aβ
Desafío para el uso de litio
El principal desafío médico del litio es la subutilización de la aplicación clínica atribuible principalmente a la presencia de efectos secundarios desfavorables, a pesar de los efectos favorables reportados y la necesidad de una pequeña cantidad de litio (1000 mg / día para un adulto de 70 kg.) para la salud mental y física. La terapia de litio a largo plazo potencialmente tiene el costo de los efectos secundarios renales, endocrinos y dermatológicos.
¿Cuándo y cómo usar litio?
Por tanto, la cuestión de cuándo está recomendado y cuándo no pautar litio para alteraciones neurológicas es difícil de abordar.
Sin embargo, la visión del profesor Sergio A. Barroilhet matiza y resume la utilización de este metal con bastante criterio.
Orientación clínica, Recomendaciones clave:
1. En el caso de la enfermedad bipolar, a menudo se pueden utilizar niveles más bajos en la enfermedad de tipo II que en la de tipo I.
2. Para la depresión unipolar, el litio tiene una eficacia preventiva por sí mismo, sin estándar antidepresivos. De hecho, está mejor probado para la prevención de los episodios depresivos unipolares que antidepresivos estándar.
3. Para la prevención del suicidio, el litio es el único tratamiento de la psiquiatría que se ha demostrado que evita que se este se complete, y probablemente lo hace a cualquier dosis (incluyendo dosis muy bajas de 25 mg/día de litio equivalente en carbonato).
4. Para la prevención de la demencia, el litio, a diferencia de todos los demás medicamentos psicotrópicos, ha demostrado para reducir el riesgo múltiplemente elevado de los pacientes con trastornos del estado de ánimo de vuelta a la población normas. Puede tener beneficios en la prevención de la demencia en cualquier dosis (incluso en dosis muy bajas de 25 mg/día de carbonato de litio equivalente).
5. En el ciclo rápido, el litio no es menos eficaz que los anticonvulsivos estándar.
6. En las personas de edad, el nivel terapéutico de litio es aproximadamente la mitad de lo que sería en las personas más jóvenes (es decir, 0,4; no 0,8 mmol/l).
7. En los temperamentos, como la ciclotimia o la hipertimia, el litio debe ser dosificado en aproximadamente la mitad de las dosis estándar utilizadas en la enfermedad bipolar.
8. El litio no debe dosificarse a un nivel “terapéutico”; debe dosificarse a la eficacia clínica.
9. No existe una dosis mínima efectiva general de litio.
10. La insuficiencia renal crónica se produce en el 5% o menos de las personas tratadas con litio de forma continuada durante 20 años o más.
11. La forma más efectiva de prevenir el deterioro de los riñones es dosificar el litio una vez al día, no varias, y administrarla en la dosis efectiva más baja.
El litio no se metaboliza en el hígado y es excretado sin cambios por el riñón. Por lo tanto, sus únicas interacciones con medicamentos implican otros medicamentos que pueden afectar su excreción renal.
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Bibliografía:
Autophagy induction in the treatment of Alzheimer’s disease.